13 de marzo de 2011

Ya pasó.

Fin de semana asqueroso y lleno de mierda. No puedo decir más. Es que de cinco estrellas, le doy puntos negativos a la huevada.
Partiendo por el día viernes: con la pelea entre EfYiú más la confusión y estúpidos rumores de los que verdaderamente ya estoy cansado. El cumpleaños de mi abuelita sirvió bastante para subir mis ánimos.
El día sábado despierto con el mensaje de EfYiú sintiéndose arrepentido lo que me enterneció ene la mañana. Aún así, la maldita confusión de traición me tenían mal parado. Durante la tarde, la aclaración de EfYiú y su mandación a la cresta terminaron por deprimirme por completo. La visita de la Nicole me despejó un poco del tema, y me hizo sentirme mejor.
Deprimido y bajoneado tuve que fingir la sonrisa para poder grabar vídeos en la noche; respirar, deshacerme un poco de tanta huevada; pero llega ésta señora gritando que su marido estaba colgado.
Yo estaba travestido, y por muy anécdotico que suene, la huevada no fue sencilla de sobrellevar. Me dolió en el alma cada alarido que emitía la mujer, y su desesperación por poco se transformo en la mía. El tener la muerte tan cercana me descolocó, y un desconsolador sentimiento de amargura me llenó el estómago.
Cierro los ojos y recuerdo los gritos desesperanzados de la señora. Tengo muchas ganas de llorar, y creo sinceramente que esa es la solución a mis problemas, aunque las lágrimas no arreglen nada, alivian la carga de un corazón trizado y quizá y alejan al repugnante monstruo de una muerte planeada.

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