Si quiero entrar porque hecho de menos, porque soy un nerd anatómico y me encanta aprender, porque me aburro como ostra en vacaciones (no sé cómo se aburren las ostras ._.).
Pero viene todo este sentimiento de "última vez", que todo lo que viviré éste año, no se repetirá al próximo (ni que fueran todos mis años iguales al anterior).
A la larga, la huevada va así. Quiero entrar, pero lo que no quiero, es salir.
Me niego rotundamente a sacarme el pantalón de tela plomo, y comenzar a pensar como grande, en grande y a largo plazo.
Se que tengo que sentar cabeza, pero me siento un adolescente aún; sumamente inseguro y desprotegido, ignorante a cagar y lleno de preguntas que me dan vergüenza decir.
Por lo mismo mi subconciente me dice que espere a este año, que las cosas saldrán cómo tengan que salir. Y si hay que caerse, lo más rico después será levantarse.
Brígido, que justo todos estos pensamientos vengan el día anterior (qué día, si ya quedan menos de 12 horas para entrar) a ingresar al establecimiento Estela Segureichon.
Por ahora solo me tranquiliza el hecho de que tengo tiempo aún para aprender, así que a ponerse las pilas, y como ya dije un par de veces: bring it on, babe!
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