Me siento súper prematuro, y no sé, tengo esa sensación de que nunca voy a asumir que salí efectivamente del colegio. Quizá asumirlo signifique dejar de quererlos y eso, por nada del mundo, no lo quiero.
Hoy fue emotivo. Comenzamos con atados típicos de dinero y demases, cosas sin importancia al momento de celebrar un último día, por eso preferí dejar que las cosas se solucionaran con conversaciones más personales, y bastante más íntimas, que sin duda favorecieron el trato.
En los electivos, nos entregamos los regalos, y sorprendentemente, le toqué a la tía Nany -en octavo básico, también le toqué a mi profesor jefe, ahora que lo recuerdo. Todo Calza Pollo :|-, que me regaló una libretita preciosa con 10 razones del por qué me regalaba un marcador de libro, hecho de cobre, con la decoración de Valparaíso. Según ella, me lo compró antes de ver mi marcador del libro, pero yo no le creo xd, aún así, ambas cosas estaban increíbles, más que contento.
En la misma hora, el Fabián nos hace mirar un vídeo que me estremece: una compilación de fotografías desde Primero hasta Cuarto, más algunas de nuestros profesores. Fue la primera instancia donde me quebré y comencé a llorar como niña, si, así incluso medio histérico xd.
Luego de un rato me compuse, me calmé, y empezamos -si, claro, patúo no más-, corrijo, los chiquillos empezaron a llenar bombitas para nuestra batalla en la cancha a las 2 de la tarde.
La hora del almuerzo se me hizo eterna, pero a las dos de la tarde en punto, cae una bombita en el piso, y la guerra comienza.
Quedamos todos llenos de tierra, yo con los pies hechos mierda, pero terminamos todos en el patio diciendo alguna que otra linda palabra, frases para el recuerdo, y la despedida. A las 15:30 bajó la tía Nany, nos sorprendió con sus palabras teñidas de cariño maternal, y nos fuimos. Ahí lloraba de nuevo, como niña.
Ahora se supone que viene mi an-alización sobre todo lo que significa estar en el colegio, pero no es mucho lo que siento. Estoy muerto de miedo por un futuro que para mi es incierto, siento un millón y medio de cosas, y estoy feliz.
Feliz porque tuve suerte con mi curso. Feliz porque al final, nos funcionaron muchas cosas, y espero, y tengo fe de que nos funcionarán muchas cosas más.
Feliz porque mi etapa la estoy cumpliendo ad-hoc, y me siento listo, aunque nervioso, para seguir adelante, y como dijo la tía Nany, manejar mi futuro a mi manera.
Que mañana es el primer día del resto de mi vida...
No hay comentarios:
Publicar un comentario