No sé si me gusta o no llorar en público. Ser así de vulnerable. Pelear con gente así. No entiendo.
Era mi último miércoles, y al final fue como la mierda.
Anoche hueás imbéciles, o más que hueás imbéciles, gente imbécil, desatinada, desubicada.
No quiero hablar -excepto contigo-, ha sido lo mismo que otros días, quiero estar bien, pero es complicado así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario